Aventuras, riesgos y emociones por senderos garabateados en la altura. Caminar, pedalear, cabalgar, quizás ascender a una montaña cubierta de nieve perpetua o enfrentarse a los rápidos de un río torrentoso que corre entre paredes verticales.

Desafío, coraje y pundonor... y la adrenalina se desborda al volar sobre depresiones profundas, al escalar las rocas buriladas por el golpetear del viento o al dominar las olas de un mar ladino que aparenta estar quieto.

Por su geografía de inverosímiles cordilleras, ríos de torrentes endemoniados, desiertos de apariencia infinita y bosques sofocantes, los países andinos son ideales para la práctica de aquellos deportes que llevan al hombre al límite de sus posibilidades y le permiten "retar" a la naturaleza, en aventuras que entierran -aunque sea por un momento- la enloquecedora tensión de las ciudades.

La magia de mundo andino no sólo está en los matices de su milenaria cultura, en las fabulosas construcciones de los arquitectos prehispánicos, en la belleza incomparable de sus variopintos paisajes; sino que también seduce por el encanto de sus costas magníficas para la tabla y el buceo, por sus cadenas de montañas que tienta a los escaladores de todo el planeta y por sus beligerantes torrentes de agua, que no se cansan de maltratar a las canoas y a los kayacs.

Es en la década de los 80 cuando los deportes de aventura comienzan a desarrollarse con mayor intensidad en estas tierras. Fue un auténtico despertar, un descubrir que las antiguas vías eran potenciales senderos para los amantes de la caminata y del ciclismo, que ascender a la cima de una montaña -guardianes sagrados y protectores según creencias de los habitantes del Ande- era una experiencia excitantemente inigualable y que los abismos de la cordillera, podrían ser atrevesados por frágiles parapentes.

Los cultores de la tabla, caminata, escalada, buceo, canotaje, kayac, off road, cross country, ciclismo de montaña, cabalgata, pesca deportiva, parapente, ala delta, y andinismo, podrán respirar los vientos de adrenalina en la mítica tierra de los hijos del Sol.

Sea en las costas del Pacífico, en la sierra corrugada como un papel a punto de ser tirado al tacho o en el laberinto verde de la selva, siempre habrá oportunidad de practicar una actividad deportiva, que lo llevará al límite de la emoción y a la frontera del riesgo.

Anímese a ser parte de esta fantástica aventura y compruebe que los desafios, también son parte de los atractivos de la región andina.